Las universidades españolas han realizado un trabajo satisfactorio durante los últimos cuatro decenios, tanto en la extensión de la educación superior al conjunto de la sociedad como en el posicionamiento internacional de su labor investigadora. Cabría concluir que, dándole continuidad y con espíritu de superación sería suficiente para que nuestras instituciones universitarias alcanzasen cotas satisfactorias de excelencia académica. Pero no es así, y el tiempo venidero requerirá cambios cualitativos en la Universidad para que responda con éxito a las crecientes demandas sociales que la aguarda
Las universidades españolas han realizado un trabajo satisfactorio durante los últimos cuatro decenios, tanto en la extensión de la educación superior al conjunto de la sociedad como en el posicionamiento internacional de su labor investigadora. Cabría concluir que, dándole continuidad y con espíritu de superación sería suficiente para que nuestras instituciones universitarias alcanzasen cotas satisfactorias de excelencia académica. Pero no es así, y el tiempo venidero requerirá cambios cualitativos en la Universidad para que responda con éxito a las crecientes demandas sociales que la aguarda