«Toda nuestra existencia de personajillos de ciudad se podría condensar en cualquiera de los cuadros de Hopper. El miedo, la esperanza, el vacío y esa continua necesidad de que pase algo que lo cambie todo. Son como ventanas en la noche en las que asomarme a otras vidas que al final también son las nuestras.»
Pablo llega a Madrid para empezar de cero y cumplir su sueño de ser actor. Siguiendo esa continua necesidad de que pase cualquier cosa que lo cambie todo, se convierte en un «gastaaceras» de tanto patear la ciudad y relacionarse con la extraña fauna que la pu
«Toda nuestra existencia de personajillos de ciudad se podría condensar en cualquiera de los cuadros de Hopper. El miedo, la esperanza, el vacío y esa continua necesidad de que pase algo que lo cambie todo. Son como ventanas en la noche en las que asomarme a otras vidas que al final también son las nuestras.»
Pablo llega a Madrid para empezar de cero y cumplir su sueño de ser actor. Siguiendo esa continua necesidad de que pase cualquier cosa que lo cambie todo, se convierte en un «gastaaceras» de tanto patear la ciudad y relacionarse con la extraña fauna que la pu