Impresor oficial del duque de Parma, Giambattista Bodoni (1740-1813) consideraba que una tipografía bien diseñada debía reunir cuatro principios: uniformidad de diseño, definición y nitidez, buen gusto y encanto. En su Manuale tipografico, publicado a título póstumo en 1818, destiló estos principios en un catálogo general de fuentes y estableció así el estándar para imprimir el alfabeto posteriormente.
La meticulosa reedición que TASCHEN hace de la obra maestra de Bodoni celebra lo que fue un grado de refinamiento técnico y elegancia visual sin precedentes, al tiempo que explora los o
Impresor oficial del duque de Parma, Giambattista Bodoni (1740-1813) consideraba que una tipografía bien diseñada debía reunir cuatro principios: uniformidad de diseño, definición y nitidez, buen gusto y encanto. En su Manuale tipografico, publicado a título póstumo en 1818, destiló estos principios en un catálogo general de fuentes y estableció así el estándar para imprimir el alfabeto posteriormente.
La meticulosa reedición que TASCHEN hace de la obra maestra de Bodoni celebra lo que fue un grado de refinamiento técnico y elegancia visual sin precedentes, al tiempo que explora los o