Desde niños, somos observadores innatos del cielo, aquel lugar donde suceden muchos fenómenos de sobra conocidos por todos y otros tantos que nos dejan con la boca abierta cuando los descubrimos. En un mundo cada vez más artificial estamos perdiendo la capacidad de percibirlos y lo cierto es que, a unos cuantos kilómetros sobre nuestras cabezas, suceden demasiados portentos naturales como para no prestarles atención. Este libro nos asombrará por la cantidad de pequeños hechos cotidianos maravillosos que suceden a diario y en los que apenas reparamos, para gran asombro nuestro: ¿Qué relación
Desde niños, somos observadores innatos del cielo, aquel lugar donde suceden muchos fenómenos de sobra conocidos por todos y otros tantos que nos dejan con la boca abierta cuando los descubrimos. En un mundo cada vez más artificial estamos perdiendo la capacidad de percibirlos y lo cierto es que, a unos cuantos kilómetros sobre nuestras cabezas, suceden demasiados portentos naturales como para no prestarles atención. Este libro nos asombrará por la cantidad de pequeños hechos cotidianos maravillosos que suceden a diario y en los que apenas reparamos, para gran asombro nuestro: ¿Qué relación