A principios del siglo XX, cuando Viena vivía el momento álgido de una época de esplendor, un grupo de artistas secesionistas recuperó el humilde bloque de madera y el grabado. Este gesto, aunque breve y ampliamente ignorado por la Historia del Arte, puede considerarse un momento decisivo tanto a nivel social como estético. Al elevar un medio ilustrativo utilizado para la producción en serie a la esfera de las Bellas Artes, el resurgimiento de la xilografía sentó un precedente formal para el expresionismo y, además, permitió que el arte se democratizara.
Coincidiendo con una exposició
A principios del siglo XX, cuando Viena vivía el momento álgido de una época de esplendor, un grupo de artistas secesionistas recuperó el humilde bloque de madera y el grabado. Este gesto, aunque breve y ampliamente ignorado por la Historia del Arte, puede considerarse un momento decisivo tanto a nivel social como estético. Al elevar un medio ilustrativo utilizado para la producción en serie a la esfera de las Bellas Artes, el resurgimiento de la xilografía sentó un precedente formal para el expresionismo y, además, permitió que el arte se democratizara.
Coincidiendo con una exposició